En esta España nuestra en la que todo vale, hay que añadir los recientes actos vandálicos ocurridos en la localidad de Getxo, donde una sucursal del Banesto y una agencia de viajes han sido quemados por sicarios de ETA. Hemos hecho de España un país bananero donde se mata y se queman bienes públicos impunemente desde hace más de treinta años. Y la culpa la tenemos todos: por dar nuestro voto a políticos sin valores ni principios que sólo ansían estar en el poder; por no importarnos más que nuestra rutina diaria, sin preocuparnos por el bien común excepto cuando obtengamos beneficio de ello; por quejarnos de todo y no actuar para mejorar las cosas...
Nuestra propia tibieza como individuos ha construido una sociedad tibia, separatista e insolidaria. Nunca había escuchado tantas veces la palabra "libertad" como ahora y, sin embargo, ni siquiera se puede salir a la calle sin el temor de que atenten contra tu vida. En España no hay libertad. Mientras, por un lado los sicarios de ETA siguen extorsionando a quienes se oponen a ella, por otro, si alguien dice en público algo que no esté en consonancia con el pensamiento único, es, profesionalmente, acribillado. Eso sí: luego, nos rasgamos las vestiduras con eso de la libertad de expresión...
Patricia Bausá Cardellach
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