El Gobierno no quiere enfrentamientos gratuitos. Sabe que el aborto es hoy perfectamente libre y gratuito. Ampliar los actuales supuestos despenalizadores sólo serviría para encender los ánimos de representantes eclesiásticos, que preparan un otoño caliente. Encender a los movimientos pro-vida, tampoco parece muy prudente en un Gobierno que ya tiene demasiados frentes abiertos. La ampliación sale definitivamente de su agenda política. Pero el Gobierno ha dado un paso más: Califica el aborto como "última opción" y apunta a la necesidad de fomentar las alternativas. Ahora sólo queda cumplir con la promesa. ZP, ¡no nos falles!
Primero fue el secretario de Relaciones Institucionales y Política Autonómica, Alfonso Perales, afirmando a EFE que el aborto no estaba entre las prioridades políticas del Gobierno. Tal y como publicamos en nuestra edición del viernes 6 de agosto (ver Hemeroteca), la plataforma www.hayalternativas.org se felicitó del cambio de postura del Gobierno exigiendo la reiteración de este compromiso.
Y el compromiso llegó en 48 horas. El domingo 8, el ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, reiteraba en la agencia Europa Press que el aborto no formaba parte de las prioridades del Gobierno. López Aguilar prefería darse un tiempo para promover la "pedagogía social" en torno a las alternativas existentes para asegurar los derechos de la gestante "frente a la última opción que debería constituir el aborto":
(http://www.elmundo.es/elmundo/2004/08/08/espana/1091962877.html)
El término "pedagogía social" ya había sido utilizado por la secretaria de Movimientos Sociales y Relaciones con las ONGs del PSOE, Leyre Pajín, en referencia a la equiparación de derechos de los homosexuales. López Aguilar copia el término, pero muda el contenido. Afirma la necesidad de hacer "pedagogía social" sobre las "alternativas" del aborto, considerado éste como última opción.
El titular de Justicia sabe que en la realidad de la práctica abortiva la decisión la toma la madre, no el médico. Sabe que el supuesto de la salud psíquica de la madre es un agujero por el que se cuelan el 98% de los abortos en España. Sabe que la praxis es tan "liberal" que miles de mujeres portuguesas y centenares de francesas acuden a nuestro país para abortar. Conoce que en la mayoría de los centros públicos, privados y concertados se incumple la obligación a un correcto consentimiento informado, tal y como exige la Asociación de Víctimas del Aborto (AVA. www.vozvictimas.com).
Es consciente de que miles de mujeres acuden anualmente al psicólogo aquejadas del síndrome post-aborto, convirtiendo sus dolencias en incompatibles con el normal desarrollo social y profesional. Y por último, López Aguilar sabe que más de la mitad de la población, incluidos muchos de sus votantes y militantes, son contrarios al aborto. El mismo domingo 8, el alcalde de A Coruña, Francisco Vázquez, volvió a reiterar su compromiso con la vida humana en un encuentro con jóvenes peregrinos a Santiago.
Todo esto lo conoce. Y ha decidido romper el mito y hablar con franqueza. ¡Albricias y pan de Madagascar! López Aguilar aboga por una correcta información especialmente a inmigrantes y adolescentes. Apuesta por el fomento de las alternativas y califica el aborto como "última opción". Ya era hora de que la sensatez se instalara en el Gobierno, más allá de "la falta de demanda social".
Ahora sólo queda cumplir con los compromisos adquiridos. Desde la plataforma www.hayalternativas.org se exige al Gobierno que obligue a los centros a informar verazmente a las mujeres sobre los riesgos en que incurre al recurrir al aborto. Demanda que se despliegue una red social que ampare a las gestantes en situación de dificultad. Porque la experiencia de las casas de acogida existentes es que la inmensa mayoría de las madres que reciben apoyo (económico, laboral, psicológico, afectivo, etc) siguen adelante con su embarazo con la enorme satisfacción de su maternidad.
Por contra, los servicios de asistencia social se han convertido en agentes comerciales de las "clínicas". Por no hablar de los centros de planificación familiar financiados por los laboratorios de la píldora del día después y las mismas clínicas aborteras. La "pedagogía social" que propone López Aguilar exige una verdadera revolución en el actual estado de cosas.
Exige que la financiación pública gire de los pro-abortistas centros de planificación familiar a los centros de acogida de madres. Porque para los primeros, el aborto no sólo no es la última opción, sino que es la primera, la más recomendable e incluso la exigible desde la óptica de su particular criterio moral.
El compromiso de López Aguilar exige la creación de una red pública similar a la creada para atender a las mujeres maltratadas, que transforme su voluntad política en presupuesto y obras. La propuesta del titular de Justicia debería de resucitar la originarias comisiones de valoración, que permitan que un equipo multidisciplinar evalúe, de manera independiente, la situación de la mujer ofreciéndole asesoramiento y apoyo en su maternidad. Y por último, si la propuesta de López Aguilar va en serio, debería de respetarse el derecho a la objeción de conciencia del personal sanitario y vigilar de cerca el cumplimiento regulatorio de los 124 chiringuitos abortistas desplegados por la geografía nacional.
Es de suponer que López Aguilar no habla gratis y que cuando calificó al aborto como "ultima opción" conocía las consecuencias de sus palabras. La sociedad le va a recordar aquello que pidió a Zapatero en la noche del 14-M: "No nos falles". Eso esperamos. Porque la ciudadanía le exigirá coherencia a sus palabras. Y nosotros, desde Hispanidad.com, también.
Luis Losada Pescador