Carlos Herrera, en Onda Cero, comenzaba su editorial de las ocho de la mañana con el tema de la inmigración: los que sacan tarjetas de embarque son los miles de subsaharianos para llegar hasta España, porque saben que los que llegan, se quedan, porque las políticas de los gobiernos españoles no son precisamente severas a este respecto, ni este ni el anterior, porque las fronteras con el PP eran un absoluto coladero. El caso es que la vicepresidenta Fernández lució su más enérgica bilis cuando advirtió a occidente entero que quien entre en España tendrá que salir de España. La pregunta evidente es: ¿tiene la bondad de decirnos cómo lo va a hacer? ¿Va a identificarlos a todos, va a poner puertas al mar? Al Gobierno le falta peso político para influir en la UE y que Europa se implique en este asunto; eso sí, tranquilos que no van a desautorizar a Caldera que fue el que montó el efecto llamada. Eso sí, ahora, firmeza.
El locutor de Onda Cero añadía un caso concreto sobre la inmigración: Hay una página web en Murcia donde dan consejos a los cayucos sobre cómo lo tienen que hacer, por ejemplo, o llevar documentación, o pedir asilo homosexual; que España es especialmente laxa, y que como hay elecciones pronto, hay que hacer lo posible por llegar, por si cambia el Gobierno.