Carlos Herrera, en Onda Cero, explicaba que hoy el Gobierno verifica lo que puede. Tras los atentados, a Batasuna le ha llegado un mensaje que es espabilad que hay que decir algo, algo nuevo, de difícil interpretación y Permach dijo que eran unos hechos muy graves y esto ha enternecido al Gobierno, a una parte de la clase política. Pero luego Permach ya colocó la retahíla de siempre. Pero el secretario de estado, Fernando Moraleda, toma nota de la declaración y dice que quienes se solidarizan con las víctimas inician el camino que todos deseamos. Ya saben que Rodríguez no dijo ni pío sobre estos atentados y Pepe Blanco habló de incidentes.
Herrera también aludía a la información del ABC, según la cual, a los negociadores batasunos los dos atentados les han pillado con el pie cambiado porque va en contra de sus planes: sobre todo la legalización. Alguna de las cabezas jurídicas del movimiento etarra posiblemente redactaron el comunicado que leyó ayer Permach. Lo que se ha caído es la dignidad, lo de Navarra ha sido un aviso a UPN y lo de Getxo un aviso a las fuerzas de seguridad. Ayer lo explicó Permach: si el Gobierno no quiere kale borroka, que no haga detenciones. Tan claro que hasta Moraleda puede entenderlo.
Y también mencionaba la información de El Mundo: Hoy El Mundo publica que los polis de Alcalá que examinaron la furgoneta, dicen que estaba vacía. Los agentes dicen que no había nada. De 61 evidencias a ninguna hay una distancia. La fiscal del caso, que se ha quejado en el periódico amigo, en la radio amiga, y en su tele amiga de que hay perturbaciones, que se vaya a tomar un valium. Hay dos fotos, una vacía y otra con los 61 objetos. Como no creemos en la conspiración, seguro que esto tiene una explicación y Rubalcaba nos la va a ofrecer. Merecemos un Gobierno que no nos mienta. La fiscal mientras tanto, despertúrbese. Es la libertad de la prensa libre, tiene ese el problema. Ahora que estamos en el proyecto simio, estamos en el buen camino para verificar lo mandriles que son algunos.