Rápidamente ha salido el Gobierno español anunciando que tendrá muy presente la sentencia que ha dictado el Tribunal de Estrasburgo, en relación con la colocación de crucifijos y símbolos religiosos católicos en las aulas de los colegios públicos, dice que el anteproyecto estará listo para pasar el primer trámite del Consejo de Ministros a primeros de 2010.
¿Por qué no toma nota de las reacciones de la Ministra de Educación, Mariastella Gelmini, que dice: la presencia de crucifijos en las aulas no significa una adhesión al catolicismo, sino que representa nuestra tradición. La historia de Italia está llena de símbolos y si ellos se eliminan se termina por eliminar parte de nosotros mismos. O el ministro de Agricultura, Luca Zaia que deploró el fallo y consideró que la Corte ha decidido que los crucifijos ofenden la sensibilidad de los no cristianos. Quién ofende los sentimientos de los pueblos europeos nacidos del cristianismo es sin duda la Corte. ¡Que se avergüencen! y por último el ex ministro de Cultura, Rocco Buttiglione, que dice: considero que se trata de un fallo aborrecible. Los que vienen entre nosotros deben entender y aceptar esta cultura y esta historia.
Zapatero en lugar de trabajar para sacar el país del paro, de la destrucción del sistema económico, del gran fracaso escolar, etc. quiere levantar otra cortina más de humo a lo que nos tiene acostumbrados, para que la gente olvide el drama que nos invade.
Se equivoca Zapatero, ya conocemos el final de la historia, ya ha ocurrido otras veces y siempre se les ha vuelto en contra. No hay nada nuevo bajo el sol, porque somos muchos más los que tenemos el símbolo de la cruz grabado en nuestros corazones.
Así que más vale que no siga, porque esta batalla la tiene perdida de antemano.
Nieves Jiménez