El 6 de noviembre de 2001 estalló un coche bomba en Madrid que por milagro de la Madre de Dios no consiguió sus propósitos asesinos.
Si bien es cierto que un ciudadano anónimo indicó a la policía nacional, semanas antes de este atentado, el lugar donde ETA tenía el piso franco de residencia del comando Madrid, para así proceder a su captura. Sin embargo, esta captura no se produjo y el coche bomba llegó a estallar semanas después de este aviso de anónima colaboración ciudadana. Pero sin conseguir sus propósitos asesinos. Antes bien, un ciudadano que se encontraba en las inmediaciones de la explosión siguió a los terroristas mientras llamó a la policía municipal, no a la nacional y se consiguió la captura de parte del comando.
No obstante, de forma increíble, la cadena SER en los minutos siguientes al atentado, procedió a realizar una increíble operación de desinformación en la cual se indicaba un lugar totalmente inexacto para el atentado: Se estaba indicando una guardería de la calle Corazón de María generando una gran angustia entre los padres de los niños de dicha guardería. Un testigo del lugar exacto de la explosión les llamó, aproximadamente una hora después, para pedirles que rectificaran su información, algo que la cadena SER no hizo. Es más, cuando pocas personas conocían la noticia de la captura de los autores materiales del atentado, dicha cadena de Radio lo publicitó muy sonoramente facilitando que otros miembros del comando quedaran alertados y se dieran a la fuga. (los gráficos y algunos datos no son totalmente correctos).
En cualquier caso, y pese a los planteamientos perversos de iluminados de diverso tipo, pasados o presentes, incluso con responsabilidades muy altas, semanas después saltó a los medios el tema de unas cuentas bancarias en paraíso fiscal que, según se informaba, estaban sirviendo para financiar a la bestia etarra, a la diabólica serpiente etarra.
Así mismo, según diversas informaciones, distintas personas con altas responsabilidades, durante conversaciones en restaurantes de la capital, se preguntaban cómo podía haber saltado esta información a la opinión pública y a los juzgados si ellos no la habían filtrado, que "el asunto se les había ido de las manos". Coincidió además que tras un trabajo combinado de fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, posiblemente con alguna ayuda de ciudadanos concienciados, se desarticularon grupos muy importantes de cantera juvenil etarra. Por tanto, con esta serie de coincidencias cercanas en el tiempo ETA recibió un duro golpe y pasó a estar prácticamente contra las cuerdas sin actividad terrorista. A Dios rogando, gran poder el de la Oración, y con el mazo dando. Tristemente, en esta ocasión, aunque faltó poco para el empujón final, no bastó ni la acción de unos ni la de otros para terminar con la utilización política del terrorismo, recurrente en España desde, al menos, la muerte de Carrero Blanco.
Demasiados intereses creados y poco valor, sinceridad, coraje y sabiduría para liquidar el tema en manos de quien la sociedad ha depositado, hasta ahora, su confianza para dirigir la nación. De todas maneras, puede que haya personas que piensen que las maldades quedan enterradas impunes en la historia. No será así. También puede que haya personas que, con la humildad y grandeza de los personajes que suscita la Providencia para las grandes citas de la Historia, actúen con fortaleza resistente a soledades e incomprensiones, con inteligencia, y altas dosis de paciencia, para esperar que, llegado el momento, se facilite el triunfo de la verdad, memoria, dignidad y justicia. Como así será, pues el emperador está desnudo y queda poco para que todo el mundo lo vea y caiga de su pedestal haga lo que haga.
Es fácil que alguien pueda pensar, y no precisamente tras un arrebato impulsivo falto de criterio racional sino tras contrastar hechos, que esto del terrorismo "huele muy mal" y no puede haber verdadera regeneración si no se dice la verdad y se acaba con la utilización política del terrorismo. Hoy, demasiado evidente ante un panorama electoral. Para quien no tiene otra moral distinta de la de situación, hedonista y egoísta, todo vale con tal de alcanzar y/o conservar el poder y quienes se les opongan no deben olvidar este dato fundamental. No es una lucha de unos caballeros contra otros sino de caballeros contra rufianes, miserables y perversos. Mediocres intelectualmente, salvo en una alta inteligencia práctica para llevar adelante sus propósitos, y miserables y ruines moralmente.
Nos jugamos mucho, por eso cuando un hombre grande y bueno da un paso adelante, hay que estar ahí para apoyarlo. Sólo una nación que apoya a los mejores merece salir del letargo de su crisis nacional y, a partir de ahí, pensar en la auténtica, y necesaria, renovación o regeneración nacional.