Zelaya había intentado violar la Constitución con un referéndum para garantizarse su reelección, algo que en Honduras es imposible constitucionalmente. Es más, es uno de los artículos no reformable de la Constitución. Los tribunales se lo habían dejado claro, pero él seguía con su intento de referéndum ilegítimo. Por el contrario, el Ejército afirma intervenido para garantizar el orden constitucional y Micheletti ha contado con el apoyo unánime de la Cámara.
Sin embargo, la OEA, la ONU los Estados Unidos, España y la Unión Europea apoyan a Zelaya. Es más, Moratinos llama a su embajador a consultas para presionar a Micheletti. Zelaya fue elegido por el pueblo hondureño; Micheletti también ha sido elegido democráticamente por la Asamblea. Lo que se ha producido es un choque de legitimidades.
Lo explica muy bien Pedro Fernández Barbadillo en GEES y Alejandro Campoy en Hazteoir
Por eso lo razonable es que todos abandonen sus posiciones de partida. Zelaya debe renunciar de manera fehaciente a la reelección y debe gestionar con criterio de internididad. Micheletti, en pro de la paz, debe regresar a su casa. Zelaya debería de convocar elecciones cuando antes para esclarecer la situación y mantener esa interinidad hasta enero de 2010 como marca la Constitución. Y mientras tanto, la ONU y la OEA deben de vigilar el proceso.