Decíamos ayer que si lo mejor que tiene el PSOE son los tres candidatos a secretario general -Pedro Sánchez, Eduardo Madina y Pérez Tapias del compañeros y compañeras, amigos y amigas, militantes y militantas, y gilipollas y gilipollos...- lo mejor es que regresara Felipe González. Por el bien del PSOE, se lo aseguro.
Además, ¿seguro que su oratoria socio-feminista es correcta A ver don Tomás, don Eduardo, don José Antonio, ¿qué es eso de hablar de "compañeros y compañeras" Será "compañeras y compañeros". No por una caballerosidad sexista sino porque en orden alfabético, el lenguaje es políticamente neutro -al menos todavía hoy, en 2014, la 'a' antecede a la 'o' y amigas precede a amigos-. Mucho machista oculto es lo que hay.
Y luego está la trágica realidad. Ustedes, en el tono propio del mester de progresía, reconocen en sus alocuciones al primer sexo y al segundo pero. Pero ¿qué pasa con el tercer sexo ¿Qué pasa con los homosexuales No se reconoce su dignidad dialéctica. A partir de ahora, deberán ustedes hablar de "compañeros, compañeras, homocompañeros, lesvicompañeras, bicompañeros/as, y transcompañeras y transcompañeros". Sus discursos pueden alargarse indefinidamente, pero más importante que la brevedad es no despreciar al gay, al diferente. Noto como late en su interior una cierta homofobia aún no redimida. Y esto me preocupa, candidatos.
Lo más gracioso de estas horteradas políticamente correctas es que veo a menos mujeres políticas empeñarse en repetir la cantinela continuamente. Ellos hablan de socialistas para definir ambos géneros -quiero decir el primero y el segundo sexo- porque la mujer suele hablar más claro que el varón y no opta a la horterada gratuita. Y era a la mujer a quien pretendíamos ensalzar, ¿verdad que sí
En cualquier caso, es sabido que la mejor manera de convertirse en un simplón es comportase con corrección política.
Eulogio López
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