"Hay que tomarse el placer como un deber pero no es necesario tomarse el placer como un deber". Recordé las palabras de Chesterton el domingo por la tarde, al ver la repetición de la Gala de Humor de RTVE.

Me interesaba el asunto pues había sido muy publicitado: los mejores humoristas de España unidos para homenajear a gran Gila.

Y enseguida se vio que se habían tomado el placer como un deber. El común de los mortales hacen del deber un placer porque en el cumplimiento del deber encuentran la súbita percepción de la incongruencia pero nuestros humoristas de cuota necesitan hacer del placer un deber. Cuando no les ocurre nada, recuren a la grosería en su doble vertiente: la entrepierna o los insultos al clero.

¿Exagero? Abre el telón Santiago Segura, hombre de una fineza extraordinaria. Nos comenta que en aquel mismo escenario es donde se le salió una glándula mamaria a Sabrina, un detalle sin duda importante. Pero como el guiso aún no estaba sazonado, este prodigio del ingenio insistió en "sacarme un huevo donde estaba el pecho de Sabrina". Todo ello mientras se metía la mano en la bragueta y simulaba un forcejeo con sus partes nobles.

He aquí lo más granado del humor español. Vamos que el Gran Woming es un analista y Jorge Javier Vázquez un intelectual. Que no decaiga.

Eulogio López

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