El muñidor de la operación es, cómo no, Borja Prado, presidente de Endesa. Entre los tres sumarían el 32%, aunque el apoyo de BBK es más que dudoso. Moncloa advierte: no tolerará otro caso Endesa.
Empecemos por el final. Llevan tres años de batalla Pérez-Sánchez, o Iberdrola-ACS, si lo prefieren. Desde el primer momento, Florentino Pérez intentó realizar otra operación Endesa-Acciona-ENEL. En definitiva, ofreció a las francesas EDF y Suez que entraran con ella en Iberdrola. De esta forma, ACS daría el pelotazo del siglo e Iberdrola acabaría en manos francesas. Aquello se detuvo, porque el Gobierno Zapatero ya había sufrido la tara de imagen que supuso que la entonces primera empresa eléctrica de España acabara en manos del Gobierno italiano. No quiere repetir la hazaña.
Por tanto, Florentino ha tenido que aceptar que Iberdrola debe seguir siendo una empresa española, sólo que con él como propietario cuando logre echar a Ignacio Sánchez Galán. Ya posee el 20% de la eléctrica y ahora quiere sumar el 6,5% de la BBK y el 6% de Bankia. Lo primero lo tiene difícil, entre otras cosas porque el PNV no aceptaría desbancar a Galán salvo para hacerse con el control de la gestión, lo que ACS no piensa admitir. No obstante, conviene recordar que el PNV se ha convertido en el mejor socio del Gobierno en el Congreso madrileño.
Florentino tiene más a tiro a Bankia, donde ahora manda Rodrigo Rato, no el PP valenciano de Francisco Camps a través de José Luis Olivas.
Entendámonos, Rodrigo Rato ha dejado claro que no quiere entrar en batallas pero tiene una necesidad urgente de recapitalizar la entidad, al tiempo que continúa financiando al presidente del Real Madrid en la batalla.
Y eso sí, las sindicaciones son peligrosas por cuanto, entre los tres, superan el 30%, lo que activaría la legislación de opas.
El muñidor de la pretendida alianza entre ACS, Bankia y BBK es, cómo no, Borja Prado, la sal de todos los platos, quien a su vez también ha financiado, a través de Mediobanca, a Florentino para comprar acciones de Iberdrola. Eso sí, en este caso llama más la atención, por cuanto Prado es el presidente de la competencia de Iberdrola, es decir, de Endesa.
En cualquier caso, hablamos de un empresario-banquero que compite como empresario y como banquero financia al enemigo del competidor. No está mal, ¿eh?
Eulogio López
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