La verdad es que una inversión importante de Cajamadrid en Iberdrola cabría por blindar el núcleo duro y colaboraría a mantener una capitalización que se sitúa hoy en los 50.000 millones de euros, lo que convierte a Iberdrola en pareja de Suez Gaz de France y de ENEL e intentando alcanzar a los dos gigantes: EDF y E.ON.
Es bienvenida la Caja pero no ACS, propietaria de entre un 8 y un 10% de Iberdrola. En este sentido, Galán recuerda a Florentino Pérez que ACS tiene unos recursos propios de 3.000 millones frente a los 23.000 millones de Iberdrola. Galán se permite bromear: "Si alguien tiene 80.000 millones para poner encima de la mesa, que lo diga, porque eso es mucho más que la mitad del presupuesto español. Lo otro es bla, bla, bla… Porque en ese momento, ya lo demostraré en Airtel, yo aconsejaría a los accionistas vender. Tengo muy claro que mi objetivo es servir a los accionistas, a los empleados y a la sociedad la que sirvo", añadió, dando un vuelco a la doctrina oficial de la gestión moderna, aún ceñida a "aumentar el valor para el accionista", y sólo para él, en detrimento de plantilla y del elemento más importante de una empresa: el cliente.
Pero a la tarta le faltaba la guinda: ¿qué pasa con Albert Frère, primer accionista privado de Suez y con el 5% de Iberdrola? Pues lo mismo que con ACS, propietaria de Fenosa: "Conozco muy bien a Albert Frère y a su hijo Gérard: he hablado con ellos muchas veces. Ahora bien, cuando hablo con alguien que es accionista y competidor, le trataré, primero como a competidor y luego como accionista: le contaré las cosas del pasado, pero no lo que pensamos hacer en el futuro". Ya lo sabes, Florentino.