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¿Iglesias vacías? No, Iglesias abandonadas
El lago de Como, al norte de Italia, en los pre-Alpes, encajonado por Suiza y Austria pasa por ser, probablemente, uno de los más parajes más bellos de Europa. Un par de centenares de kilómetros de ribera, con pueblos colgados en la falda del monte, una brecha latina en el camino hacia el corazón de Europa, el mismo Imperio romano germánico que, con todos sus defectos, otorgó la impronta al moderno mapa político de Europa. Como no podía ser de otra forma, aquellas veredas de montañas están jalonadas por las delgadas torres de las iglesias y monasterios de la zona, incluida algún baptisterio paleocristiano, como el de Gravedina. De la catedral de la capital, Como, mejor no les hablo, pero cada uno de los templos perdidos por la montaña compiten en buen gusto y en la centralidad del Sagrario. Del Sagrario, que de las Eucaristías. Por ejemplo, en toda la Ribera del Lago, o al menos no lo conseguí, con la excepción de las dos capitales (Como y Lecco), no hay Eucaristía el sábado, día marcado por las vísperas del domingo. Quizás, -me pregunté- es que los sacerdotes han dejado de decir misa porque los italianos de la zona no acudían a las mismas. Pero resulta que no. Resulta que incluso ceden el templo para otro tipo de actividades religiosas dirigidas por laicos, como la liturgia de las horas. De hecho, me ha dado por charlar con la feligresía de media docena de esos pueblos, y todos ellos abrían los brazos, desconsolados: ellos sí quieren misa, sólo que no la hay. En resumen, las maravillosas iglesias no están vacías, están abandonadas. Pero no sólo en Como, sino en toda la Europa rural y semi-urbana. Y tampoco es, esencialmente, una falta de sacerdotes, sino lo que en la jerga económica llamaríamos una infrautilización de las instalaciones. Ni que decir tiene, que, en más de una población los templos han sido secularizados, y dedicados, por ejemplo, a atenciones sociales y culturales (Espero que ZP no viaje a Como o ya sabemos en qué consistirá su próxima medida legal sobre libertad religiosa). En definitiva, los templos son el único "producto" donde la demanda supera a la oferta, lo cual, convendrán conmigo en que resulta un tanto extraño. A cada pregunta mía a los lugareños estos respondían con expresión de condolencia, o abriendo los brazos como recordando que ellos no tenían la culpa. Que no, que no es que las iglesias estén vacías, sino abandonadas, especialmente por los sacerdotes. En Como y en un montón de sitios más de la geografía católica. Y recuerden, la Eucaristía es el sacrifico que sostiene en pie el universo. Eulogio López eulogio@hispanidad.com
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