El Plan de Educación financiera forma parte de la tendencia de los reguladores a derivar sus responsabilidades hacia el usuario
La verdad es que el inversor sólo necesita saber dos cosas: el riesgo que asume y los réditos que puede obtener con cada producto financiero. Y para eso están los intermediarios, sean bancos, cajas de ahorros, gestora de fondos o casa de bolsa. La tarea del regulador bancario (en nuestro país el Banco de España) consiste en vigilar para que esos intermediarios informen sinceramente al público de los riegos y de las oportunidades, así como de los gastos en los que incurren por dejar su dinero en sus manos.
Ocurre que como ni el Banco de España ni la CNMV están dispuestos a cumplir con su tarea, se curan en salud y delegan su responsabilidad en el propio usuario. Es lo mismo que ocurre con los equipos de fútbol cuando algo no marcha: se cesa al entrenador, no porque sea más culpable, sino porque es despedible: no puedes despedir a toda la plantilla, que es la que pierde partidos.
Como resulta que ni la CNMV ni el Banco de España consiguen controlar a los intermediarios, han decidido meterse a pedagogos, y dar lecciones al público. De esta manera, si algo va mal, el culpable será el público.
Eso sí, el acto celebrado en la mañana del lunes ha servido para que, bajo la atenta mirad del Ministerio, el gobernador Miguel Ángel Fernández Ordóñez y el presidente de la CNMV Julio Segura, coincidan en un mismo acto público, algo que ambos tratan de evitar desde que el socialista MAFO le arrebatara el cargo al también socialista Segura.