El jefe del Gabinete del ministro de Industria, Isaías Taboa, recibió a los trabajadores de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) el pasado mes de diciembre, para informarles que la decisión del traslado a Barcelona ya estaba tomada y que no había marcha atrás. En dicha reunión, se les informó a los trabajadores que los eventuales instrumentos de arbitrados para el traslado estarían en manos del empleador, es decir, en manos del presidente de la CMT, Carlos Bustelo. "Un Gobierno socialista deja en manos del empleador los instrumentos de traslado sin informar a los trabajadores", lamenta una trabajadora de la Comisión.
La pelota está ahora en el tejado del presidente Carlos Bustelo, que podrá utilizar el margen que le ofrezca el Gobierno con discrecionalidad y sin transparencia. De momento, los trabajadores no han recibido información sobre la demanda que presentaron en septiembre: recolocación en otros organismos estatales como se ha practicado con otras instituciones disueltas, absorbidas, etc. "Existen muchos instrumentos como funcionalizar al personal o recolocarle en otras instancias, pero, de momento, se nos ha dicho que o traslado o a la calle", señalan los trabajadores con preocupación.
Desde que el 30 de diciembre se anunciara oficialmente el traslado a Barcelona, el ambiente laboral se ha vuelto más que enrarecido. Los trabajadores han comenzado una "campaña de pegatinas", donde manifiestan su rechazo al traslado de manera creativa. La actual sede social de la CMT está regada de estos mensajes. Además, han abierto una página web desde donde quieren manifiestan sus preocupaciones a la comunidad internauta: www.cmt-trabajadores.webcindario.com.
Y por si fuera poco, han emprendido una campaña de movilizaciones para perseguir al ministro Montilla y hacer oír su voz. El miércoles 12 se encontraban en la puerta del Hotel Ritz, silbato en mano, tal y como informamos. Curiosamente, Montilla entró por la puerta de atrás para no tener que soportar las críticas de los trabajadores, que no entienden la decisión de traslado a Barcelona.
Una curiosidad más. El Ejecutivo permitirá al órgano de Gobierno de la CMT elegir el edificio de Barcelona que considere oportuno para desarrollar sus funciones en función de la "independencia" de un organismo "autónomo". ¿No supone una ingerencia en dicha autonomía decidir desde el Ministerio el traslado? Montilla responde a Hispanidad.com: "El Ministerio tiene plena capacidad para decidir la forma de organización de la CMT sin interferir en sus trabajos".