Sr. Director:

Pese al universo ideológico que aparentemente les separa, la actitud de algunos islamistas que se arrogan cierta representación, cada vez recuerda más a las de los comunistas cuando estaba vigente aquel monumento erigido «en defensa de la libertad», más conocido como Muro de Berlín.

Para nuestros comunistas, el terrible Occidente capitalista y burgués encarnaba el compendio de todos los males, de los que ellos, profetas de la nueva humanidad, finalmente acabarían liberándonos.

Convertidos en permanentes reivindicadores justicieros, padecían una extraña ceguera ante las brutales violaciones de los más elementales derechos y libertades que se cometían sistemáticamente en sus entrañables paraísos comunistas, cuyos crímenes y atrocidades negaban o justificaban sin inmutarse. Cuando se les echaba en cara esta doble moral, sus excusas recordaban a las del adúltero pillado en plena faena: «¡Querida no te confundas, que esto no es lo que parece!». Lo que sucedía allende el Muro no era lo que parecía, no, era aún peor..., pero recuperar esta parte de la memoria histórica resulta hoy políticamente incorrecto.  

Recientemente, Liderazgo Popular Islámico Mundial, una de las organizaciones islámicas más influyentes del mundo, celebró en Córdoba un congreso que giró en torno al proyecto zapateril de la Alianza de Civilizaciones. En dicho congreso, aparte de la consabida reclamación de «la recuperación de la memoria histórica andalusí», se pidió coherencia al Gobierno español con los principios suscritos en la Alianza de Civilizaciones «en lo relativo a la libertad religiosa, respeto a las minorías y políticas migratorias justas», así como al impulso de «la igualdad de género». 

Conociendo cómo respetan estas libertades la mayoría de países islámicos, sobran comentarios.

Miguel Ángel Loma Pérez

malomap@telefonica.net