Pues bien, el bueno de John, ofrece una idea aparentemente preñada de humildad: solicita una inspección mundial para los bancos. O sea, para entendernos, un Banco de España a lo bestia, planetario telúrico. Eso, nos viene a decir Mack, sí que sería un organismo independiente capaz de pararle los pies al poderoso.
Pues miren ustedes, de eso nada. Una autoridad supervisora mundial sería de lo más banal, trivial, insustancial. Es lo que desea Mack, claro, porque el Ceo de Morgan Stanley es uno de los investigados, y sabe perfectamente que los gobernadores con poder han sido aquellos con los que hay que entrevistarse una vez por semana, aquellos que son tus vecinos, aquellos a los que no puedes comprar porque se jubilan, aquellos, en definitiva, que saben dónde te aprieta el zapato y cómo meter en cintura, no a un banco, que eso es tarea de titanes, sino a un banquero.
Buen intento, John, pero no cuela.
Eulogio López
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