Según publicaba el diario El País, al papa Francisco le quema en su agenda de nombramientos la edad del cardenal arzobispo de Barcelona, Lluis Martínez Sistach.
Ha cumplido en abril 77 años y hace dos que presentó la petición de retiro, en cumplimiento de una estricta normativa canónica. El Papa sabe que su relevo ahora, o la permanencia en el cargo, serán objeto de interpretaciones políticas. "Volem bisbes catalans" (queremos obispos catalanes), clamaban hace algún tiempo en Barcelona y hoy lo hacen sectores mayoritariamente nacionalistas.
La petición de obispos catalanistas está sobre la mesa del pontífice mediante una carta firmada por 3.656 personas del colectivo Església Plural. Cuando corría el rumor de que el sustituto de Sistach podía ser cardenal Cañizares, pedían que el sustituto tenga "como propia" la cultura catalana y defienda el derecho a decidir. En la carta enviada al Vaticano añadían: "Ni el cardenal Cañizares, ni ningún otro prelado o sacerdote de un perfil similar, pueden ser los candidatos llamados a ocupar la sede de Barcelona, ni ninguna otra de Cataluña, ya que la tradición eclesial, pastoral y cultural que representan son incompatibles con el sentir de una mayoría de la comunidad católica a la que deberían servir".
Estos son "Església Plural", dan claramente a entender lo que tienen de "Església" y más aún lo que tienen de "plural".
Xus D Madrid