Hace unas semanas fue noticia la más que probable llegada de un invierno demográfico a este país. La emigración de españoles y el retorno a sus países de muchos de los inmigrantes, especialmente hispanoamericanos, ha provocado que 2011 cierre, por primera vez en la última década, con un saldo migratorio negativo.
El desempleo acumulado durante años de Gobierno del PSOE, unido a la desconfianza en la gestión de la crisis, ha provocado un éxodo desconocido.
Además, la ausencia de políticas de apoyo a la familia ha propiciado que la edad media de maternidad supere por primera vez los 31 años. Todo parece indicar que España se enfrenta a un invierno demográfico que me parece preocupante, por tanto urge combatir.
Jesús Martínez Madrid