El Parlamento de Irán ha anunciado hoy martes que está dispuesto a imponer la prohibición de las exportaciones de petróleo a algunos países europeos "en respuesta a la decisión, con respaldo sionista, de algunos países de prohibir el petróleo iraní", según el parlamentario, Mohammad Javad Karimi-Qoddusi. El ministro del Petróleo iraní, Rostam Qasemi, ya había advertido hace una semana que "pronto vamos a cortar la exportación de petróleo a algunos países". De esa forma, la dictadura iraní intenta 'dar la vuelta' o maquillar el embargo internacional a su petróleo. Pero la realidad es la que es: se queda sin vender una considerable cantidad de barriles.
Aunque Irán no ha mencionado a ningún país europeo en concreto, como se sabe, exporta en la actualidad a Europa 600.000 barriles diarios de petróleo, lo que representa aproximadamente el 20% del total de sus exportaciones. Grecia, Italia y España son los principales importadores europeos. Pero estos países -al menos España- tienen claro dónde sustituirán el suministro del crudo iraní, que en el caso español asciende al 14,7% de sus importaciones de petróleo: en Arabia Saudí.
Por otra parte, Irán se ha referido a la ampliación de las sanciones de EEUU contra el Banco Central de la República Islámica anunciada ayer lunes por el presidente estadounidense, Barack Obama, como una medida de presión para que este país abandone su programa de armas nucleares. Según el portavoz del Ministerio de Exteriores, Ramin Mehmanparast: "Es un gesto antagónico, una guerra psicológica que no tiene ningún impacto. No hay nada nuevo, ha sido así durante 30 años". "Las sanciones no tendrán ningún impacto en nuestro programa nuclear".
Irán insiste en que este programa nuclear es pacífico. Pero los analistas internacionales coinciden en apuntar que un Irán con armas nucleares sería un polvorín para el mundo.
José Ángel Gutiérrez
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