Tenía el 5% y aspiraba, junto a un grupo de fondos, a conseguir el 20%

El nombramiento, en medio de un tumultuoso y áspero consejo de administración, de Diego del Alcázar Silvela como presidente de Vocento ha cerrado las puertas a Jaime Castellanos, hasta hace bien poco presidente de Recoletos –vendido a Rizzoli-El Mundo- y propietario de Qué!, vendido a la propia Vocento.

El plan de Castellanos consistía en mantenerse en el mundo de la empresa informativa con la compra de entre un 15 y un 20% de Vocento, compra en la que iría acompañado de los mismos fondos e inversores con los que adquirió Recoletos a Pearson-Financial Times. La ocasión era buena, dada la división existente, a varias bandas, en el Consejo del grupo editor de diarios regionales y del ABC.  

Castellanos no habría arrojado la toalla si el elegido fuera Alechu Echevarría o si el mismo Santiago Ybarra hubiera continuado un año más. Pero ahora tiene enfrente a Alcázar, que querrá hacerse valer a cualquier precio. Recuerden que ambos están relacionados con el financiador habitual de todos los editores españoles: Emilio Botín. Diego del Alcázar por ser cuñado del todopoderoso Ignacio Benjumea y Cabeza de Vaca, secretario general y técnico del Santander. Castellanos porque es concuñado del propio Emilio Botín.