- El secretario de Estado de Economía se escuda en un formalismo para negar las presiones de los tres grandes bancos, sobre todo del BBVA, a la hora de sacar al ex vicepresidente del circuito de los grandes.
- Hasta Bankia, la reforma bancaria del PP resultaba intachable: autosaneamiento de las entidades en dificultades.
- A partir de ahí ha habido que pedir 'ayuda' a Europa, una ayuda de las que los tres grandes quieren escapar, porque parece una soga al cuello.
En el veterano seminario de la Asociación de Periodistas de Información económica (APIE), en la Universidad Menéndez Pelayo, en Santander y en los oídos de Ángel Cano, del consejero delegado del BBVA. Según Latorre, Rato simitió como presidente de Bankia. De la noche a la mañana.
Y es que al secretario de Estado de Economía no le gustó la pregunta de Hispanidad: "¿Por qué era necesario cesar a Rato para ayudar a Bankia? ¿Tanto presionaron las tres entidades líderes?"
Se dice las tres entidades líderes, por decir. Lo cierto es que fue el presidente del BBVA, Francisco González, a quien Rato hizo banquero, quien exigió el cese fulminante de Rodrigo Rato al frente de Bankia. Y lo consiguió. Al final, el ministro Luis de Guindos le dijo a su amigo que Bankia necesitaba ayudas y que no podían proporcionárselas si él era presidente, para que no le sacaran los colores.
Ahí empezó todo, porque Rato fue sustituido por José Ignacio Goirigolzarri y resulta que éste empleó criterios bancarios de recalificación y triplicó las ayudas solicitadas. De ahí a Europa hay sólo hay un paso y ahora resulta que lo más probable es que Europa exija condiciones draconianas -como advierte Almunia y reconoce el propio Jiménez Latorre (en la imagen)-.
No es de extrañar que Santander, BBVA y Caixa renuncien a dichas ayudas: temen que se van a ejecutar en unas condiciones imposibles.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com