Quienes no son nada, buscan la resonancia más fuerte para que se les vean y oigan; en este año, el de los grandes disparates, cuando la estimación social es más sensible por las grandes crisis a que nos ha llevado nuestro Gobierno, moral y económica, quieren hacerse notar los que no son capaces de otra forma.
Los anti-sitemas, los anti-Papas, los indignados, los del movimiento Rubalcaba (15-M), los ocupas, los violentos de siempre, etc., pretenden dañar a la Iglesia Católica (¿por qué no a los musulmanes y otros?), con una manifestación contra nosotros. Que yo recuerde, nunca hicimos los católicos ninguna manifestación contra los ateos. ¿Por qué no intentáis estar alegres y felices estos días, como lo estaremos nosotros? Os haría mucho bien.
Dentro de vuestra necedad y despropósito, ¿no llega vuestro intelecto a darse cuenta de que no podréis nada contra la Iglesia? Llevamos más de veinte siglos de persecuciones de todo tipo, y por estamentos y personas con mucho más poder e inteligencia que vosotros, y solamente han conseguido más mártires para engrandecer a nuestra Iglesia.
Pensad un poquito, que no trastorna a nadie: vuestro único logro con esas protestas, será solamente el de hacer un poco de daño a vuestro vecino, a vuestro familiar, a vuestro amigo, a la persona que nunca se metió contigo, pero nunca haréis ningún daño a la Iglesia, porque tiene de protector a Ese que tú odias por intranquilizar tu conciencia, pero que te ama tanto como a los demás católicos.