Sr. Director:
Estamos ya a casi 40 días para que millones de jóvenes se reúnan en Madrid. Será una Jornada Mundial de la Juventud histórica, como las celebradas hasta ahora.

 

El Papa nos propone a los jóvenes que dejemos entrar en sus vidas a Jesucristo, para vivir todo de forma más plena, para comprometernos con todo lo que vale la pena, y para seguir la vocación a la que cada uno es llamado.

Creyentes y no creyentes se activan, no para tocarlo, pasar un día de fiesta, felicitarlo o acompañarlo; sino fundamentalmente porque tienen una secreta y consistente esperanza en que esa figura puede, con las informaciones que posee y que manifiesta en sus predicaciones, ofrecernos pistas para un camino seguro y sin trampas.

De cada Jornada ha surgido un gran número de vocaciones al sacerdocio, a la vida religiosa y por supuesto al matrimonio cristiano. Hace unos días en un programa de televisión entrevistaban a un joven matrimonio que se habían conocido en las Jornadas de Colonia y ya tienen como fruto de esa unión a un precioso bebé.

Ellos decían sentirse muy felices y que se lo debían a ese encuentro que tuvieron en la peregrinación. Comentaron que Benedicto XVI en uno de los discursos les decía: Yo os digo a todos los jóvenes, como nos decía Juan Pablo II, "no tengáis miedo, abrid las puertas a Cristo", Cristo da todo y no quita nada. ¡Por supuesto, que vale la pena afrontar esta magnifica aventura divina y humana, confirmaban emocionados!

Ana Carmen Trujillano