La polémica estribaba entre Interior y Defensa. La nueva Ley de Defensa Nacional chocaba presumiblemente entre las competencias de unos y otros e Interior había mostrado sus objeciones en la reunión de subsecretarios celebrada el pasado miércoles. Bono ha negado la mayor. En declaraciones a Hispanidad.com, ha negado que se tratara de regular la participación del Ejército en labores de lucha antiterrorista. Sin embargo, en los pasillos, ha afirmado que nadie le veta una ley al ministro de Defensa. Estilo Polanco, ya saben: En España no hay huevos para no concederme una licencia.
Por lo demás, la principal novedad legislativa, según ha explicado el ministro de Defensa, es que las operaciones exteriores del Ejército deberán pasar previamente por el Parlamento. Por otra parte, se trata de adaptar la defensa nacional al nuevo entorno español. Nuestro país se encuentra dentro de la OTAN y de la Unión Europea, circunstancias inexistentes en 1980, fecha de la antigua normativa. En este sentido, se suprime la Junta de Defensa Nacional, un organismo que, según Bono, no servía para mucho. Se sustituye por el Consejo de Defensa Nacional, que será presidido por el presidente del Gobierno y por SM el Rey cuando así lo desee. Se trata de una alianza entre las Fuerzas Armadas y la sociedad para que los militares se sientan con la fuerza y el empuje de la sociedad a la que sirven, señala el retórico Bono.