El cantante José María Cano, uno de los famosos que apoyaban la iniciativa, puso además, el dedo en la llaga, en lo que respeta a la pobreza y, especialmente, el hambre en el mundo, donde cada cinco minutos muere un niño de hambre. Para Cano, no faltan alimentos, sobran. En efecto, es una de las novedades, probablemente la única junto a la especulación financiera, que diferencian a nuestra sociedad de las anteriores: nuestro problema no es que nos faltan cosas, sino que nos sobran. Nos sobran alimentos, nos sobran vestidos y nos sobra tecnología. Sólo que está mal repartido. Cano tiene toda la razón: Malthus se ha mostrado como el más tonto de la modernidad. El problema es de egoísmo.
En cualquier caso, se está demostrando que es muy difícil conseguir que en España la gente salga a la calle.