Alejandro Luzón amenaza al anterior fiscal general del Estado, Jesús Cardenal.
La primera vista del juicio contra el presidente de Telefónica, César Alierta, y su sobrino, Luis Javier Placer, por presunto uso de información privilegiada con acciones de Tabacalera, comenzaba el martes en la Audiencia Provincial de Madrid. Esa misma mañana, el diario El Mundo anunciaba que la acusación popular, representada por la asociación AUGE, se retiraba del caso. Es lógico que lo anunciara el diario de Pedro J. Ramírez, dado que AUGE es una creación de El Mundo para presionar a Alierta, que en su día presidiera Tabacalera y ahora Telefónica.
Como Alejandro Luzón, fiscal del caso, llegó a recordar en la sala, todos sabemos por qué AUGE se ha retirado, tras las declaraciones que su presidente hizo a un medio de comunicación. Se refería el fiscal a las declaraciones de José María Davó a la revista Época, donde confesaba que esto se arregla en un restaurante madrileño, cuando Alierta ponga sobre la mesa equis millones de pesetas.
Pero Luzón continúa adelante, e incluso amenaza con denunciar porque el anterior fiscal general del Estado, Jesús Cardenal decidió paralizar el procedimiento contra Alierta y su sobrino, a quienes acusa de embolsarse 1,8 millones de euros, al comprar el sobrino acciones de la compañía que presidía su tío.