Porque todo este follón no hubiese ocurrido si el laudo arbitral de los tres hombres buenos (Manuel Aragón, Tomás de la Cuadra y Julio Gómez Soria) hubiese sido lógico. Sobre una cantidad más sensata, Bertelsmann hubiese aceptado que Lara hubiese cubierto su cuota parte, y habría aceptado que A-3 TV provisionara el resto. Pero nadie podía prever el peor escenario posible, que fue el que ocurrió: 190 millones de euros son muchos euros, es casi el precio que los bancos de inversión atribuyen a toda la cadena Onda Cero.
¿Qué pasó para que apenas cuatro días antes de emitirse el laudo, los tres jueces hubiesen pactado una indemnización de 80 millones de euros para Blas Herrero, propietario de Radio Blanca, y que, el mismo día, en el que se emitió la resolución, 15 de marzo, don Julio Gómez Soria, presidente del tribunal arbitral, la elevara unilateralmente hasta los 190 millones de euros? ¿Qué ocurrió para que Manuel Aragón, el representante de A-3 TV emitiera un voto particular? ¿Está Julio Gómez Soria ligado a Fernando Fernández Tapias, presidente de la Cámara de Comercio de Madrid y naviero de postín (ha dejado de serlo pero volverá en breve), y al presidente de la patronal madrileña CEIM, Gerardo Díaz, a su vez hombre clave de Viajes Marsans y siempre en entredicho por la gestión de Aerolíneas Argentinas?
En un primer momento, José Manuel Lara advirtió que recurrir el laudo pondría en jaque todo el sistema arbitral español. Probablemente, pero a lo mejor hay que hacerlo. Reconocer toda la razón a una parte en un contrato a 10 años (el de Mediapark con Vía Digital, es decir, con Digital Plus, era aún peor, tenía una vigencia de 12 años) y encima añadir una durísima indemnización parece algo, cuando menos, singular.
Por cierto, mejor que Lara supere el lío Kiss-FM cuanto antes, porque, de otra forma, no podrá dedicar todos sus esfuerzos a otro tema que lleva entre manos: las negociaciones con Luis del Olmo, en su triple de faceta de propietario de licencias de radio, agente publicitario y locutor estrella de Onda Cero.