Malas perspectivas en el contencioso con Sonatrach, por la actitud tibia del Gobierno español. Varapalo de Villaseca a las energías renovables. El consejero delegado de Gas Natural le recuerda al Ejecutivo ZP que los actores del sector eléctrico de hoy son los mismos que los de hace 10 años

Durante la celebración de la Junta General de Accionistas de Gas Natural, correspondiente al ejercicio 2007, el consejero delegado, Rafael Villaseca se vio obligado a defender al gas como combustible clave para producir electricidad: Si se produjera un cambio y volviéramos a la energía nuclear, tardaríamos 10 años en producir el primer MW. No contento con esta aclaración, Villaseca recordó lo que tantos intentan ocultar, empezando por el ejecutivo: las energías llamadas renovables, la eólica, la solar térmica y la fotovoltaica están, como todo el mundo sabe, subvencionadas, y su coste de inversión es el doble que el del gas. Y por si no había quedado claro: Y si no corre el viento tenemos que apagar la luz. Guinda final: El carbón tiene su límite en la producción de CO2.

Dicho de otra forma: durante mucho tiempo, estaremos condenados a producir luz quemando gas.

Hombre, eso sí, se le olvidó decir que el veto a la energía nuclear es una cuestión ideológica, y demagógica, no técnica, que el gas también emite CO2 y, lo más importante, que el precio del gas se ha disparado, y todo él viene de fuera.

Villaseca también recuerda al Gobierno que el 90% del sector gasístico está liberalizado en España -por sólo un 3% el eléctrico- y que de esa liberalización se aprovechan otros países menos magnánimos, como Francia, donde Gaz De France, ahora Suez, así como el Gobierno, pone a GN todo tipo de pegas para comercializar y transportar gas en la zona.

Estamos hablando de la pinza franco-argelina. La empresa pública del país magrebí, Sonatrach, es decir, el Gobierno de Argel, no sólo ha paralizado el complejo de Gassi Touil, sino que pretende subir el precio del gas que vende a España -subida unilateral- en un 20%. Por ambas cosas, Gas Natural se ha tenido que ir a los tribunales, aunque quien debiera haber ido, o apoyado a, es el Gobierno español.

A cambio, el Ejecutivo ZP, quizás por lo de la Alianza de Civilizaciones, permite a Sonatrach comercializar gas en España al tiempo que le otorga la mayoría en el segundo gasoducto del Magreb, en el que Gas Natural quisiera estar pero no puede estar.

Por contra, Francia tiene vía libre en Argelia, pues París está empeñado en convertir a la futura Suez-Gaz de France, en la gran gasera del sur de Europa, probablemente en alianza con las italianas ENEL y ENI. A cambio de su gas, Sarkozy ofrece a Argelia diversificar su oferta energética con la puesta en marcha de reactores nucleares con tecnología AREVA-EDF. Irán no puede tener energía nuclear, pero Argelia sí. Es la pinza franco-argelina, y no necesitamos explicar qué país es el queda en medio, triturado como un tomate. Todo sea por la Alianza de Civilizaciones.

Por cierto, Villaseca también le recuerda al Gobierno Zapatero que en diez años los actores eléctricos siguen siendo lo mismos, con la única diferencia de que la española Endesa ahora es italiana.

Por lo demás, Gas Natural ha cumplido el plan estratégico 2004-8 y ha entrado con buen pie en el estratégico 2008-12, con los resultados del primer trimestre del ejercicio. Con un pay-out del 53%, y un apalancamiento del 50%, el único peligro de GN para cumplir sus objetivos es mantener el riesgo. Las agencias de rating, que han metido la pata y son parcialmente culpables de la crisis  financiera, se han tornado ahora duros entre los duros, y GN es una empresa inversora que necesitará financiación, a pesar de que su liquidez supera los 5.000 millones de euros. Pero éste es el problema: una crisis provocada por la especulación rampante de los bancos de inversión y del apalancamiento de capital riego y fondos de alto riesgo, la sufre la economía real, las empresas inversoras.