Sr. Director:

No se trata sólo de que no sea buena, es que esta Constitución Europea es mala para cualquier europeo. Por ejemplo, no sólo no defiende la vida humana y la familia natural, sino que cierra las puertas para que estos derechos puedan ser defendidos en el futuro. Así, cuando el artículo 62 afirma "toda persona tiene derecho a la vida", está excluyendo expresamente el derecho a la vida del no nacido, cosa que no hubiese ocurrido si se hubiese asegurado el derecho a la vida a "todo ser humano".

El artículo 69 dice "se garantizan el derecho a contraer matrimonio y el derecho a fundar una familia"; y yo me pregunto, ¿a quién se le garantiza ese derecho?: ¿a un hombre y una mujer?, ¿a dos hombres?, ¿a dos mujeres?, ¿a varios?... Incluso, ¿a los animales? Con esta redacción, intencionadamente ambigua, todo cabe, ya no se podrá defender la familia natural basada en el matrimonio de hombre y mujer. Además, ¿cómo puede ser distinto el derecho a fundar una familia del derecho a contraer matrimonio? Esto es muy grave, porque si un país -por ejemplo Holanda- regula el matrimonio entre tres varones y dos cabras, ¿tendría efectos jurídicos en toda la Unión?

Por si no fuese bastante, el artículo 41 autoriza expresamente... ¡la guerra preventiva fuera de la Unión Europea!,... para fortalecer la seguridad internacional.

Así las cosas, un europeo de bien no puede imponer esta Constitución a los demás, ni debe someterse voluntariamente a ella.

José Alberto Fernández

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