El pánico ha cundido ante el posible default de la deuda griega. Barroso se empeña en afirmar que no ha habido petición por parte de Grecia para ningún plan de salvamento, pero lo cierto es que en Bruselas estaba su primer ministro como un clavo. El plan de rescate difuso aprobado el jueves pone en evidencia varias cosas. En primer lugar que el eje franco-alemán sigue cocinando las cosas verdaderamente importantes de la UE. En segundo lugar que la cumbre de los 27 no fue capaz de alcanzar un acuerdo concreto más allá de la solidaridad internacional.
En el fondo de la cuestión se encuentra la exposición de las entidades financieras franceses y alemanas hacia Grecia. Nada menos que 119 billones de dólares. Billones americanos. El conjunto de la exposición a los PIGS (Portugal, Italia, Grecia y España) alcanza los 909 billones de dólares. Según Bloomberg, en su conjunto, los bancos europeos tienen una exposición de 253 billones en Grecia y 2,1 trillones en los despectivos PIGS.