La entidad francesa se ve arrastrada en sus datos por la exposición a la crisis griega

 

La banca internacional ha despedido, durante 2011, a 80.000 empleados, casi el doble que en 2010.

Las estrecheces que padecen las entidades financieras -si se puede llamar estrechez al hecho de ganar menos, pero obtener un beneficio de 300 millones de euros-, continúan en cada presentación de resultados de un banco y parecen asomar a la banca a una nueva crisis.

La última en presentar sus datos trimestrales ha sido la francesa Crédit Agricole. El banco galo ha anunciado que durante el segundo trimestre del año ha obtenido unos beneficios de 339 millones de euros, un dato malo, teniendo en cuenta que han caído sus ganancias un 10%, debido principalmente a la exposición a la crisis griega. Y es que su filial Emporiki le ha chafado un poco los planes.

Pero estas pérdidas que tienen los bancos, como suele suceder en muchos casos, termina afectando a sus trabajadores. Según datos de Bloomberg, durante este año, la banca internacional cotizada, y especialmente los bancos anglosajones, han anunciado el despido de unos 79.000 empleados, cerca del 2% de los trabajadores y casi el doble de todos los despidos que se realizaron en 2010 (41.300 trabajadores). Entre los más destacados está HSBC que ha anunciado el despido de 30.000 empleados (el 10% de la plantilla), Lloyds, que echará a 15.000 (14,4% de la plantilla) o Barclays, que hará lo propio con 3.000 trabajadores. Pero también echarán a gente otros bancos como UBS (3.500), Bank of America (3.500), Intesa Sanpaolo (3.000), Monte dei Paschi (2.500) o Credit Suisse (2.000). Banco Popolare (1.120), UBI (1.100) y Banorte.

Andrés Velázquez

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