- Bronca de Génova a la delegada del Gobierno en Madrid: que deje de hablar de candidaturas o que alce la mano y plantee su propia candidatura.
- Y que deje de hablar de primarias, un método que jamás ha apoyado en los órganos internos del partido. Sobre esto, Cifuentes ya ha rectificado.
- Y otra bronca procedente de su Ministerio del Interior durante la persecución del pederasta: que dejara de filtrar información.
- Además, al ministro Jorge Fernández no le gustó que se autoinvitara a la rueda de prensa donde se anunció la detención.
- Todo dentro de la gran cuestión del partido que preside Mariano Rajoy: quiénes serán los candidatos a la Comunidad y a la Alcaldía de Madrid.
- Para sustituir a Ana Botella, Rajoy sigue pensando en su segunda, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.
La delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes (en la imagen), ha recibido una doble bronca por su afán de protagonismo. La primera del Partido, al más alto nivel. La segunda de sus propios jefes gubernamentales, es decir, del Ministerio del Interior.
La primera bronca le llegó en llamada desde Génova en la que se le advirtió que dejara de marear el tema de las candidaturas a la Comunidad de Madrid y a la Alcaldía de la capital. Desde el partido, se le ha dicho a la delegada que si quiere ser candidata a cualquiera de esas dos instituciones -sobre todo aspira a la Alcaldía- lo que tiene que hacer es plantear oficialmente esa candidatura. O al menos expresarlo en público.
Y también desde Génova se le ha recordado que deje de hablar de primarias para elegir candidato. Primero, porque en las reuniones internas del partido se ha mostrado contraria a ese modelo, que ha defendido en público. Sabe que, como le ocurría a Gallardón, no cuenta con muchos apoyos en el partido.
De hecho, la propia Cifuentes se fue a La Sexta -le encantan las entrevistas- para matizar su postura: vino a decir que no era entusiasta de las primarias.
Segunda bronca: del Gobierno, de sus propios jefes en el Ministerio del Interior. También por dos razones: se acusa a Cifuentes de filtrar a la prensa, o de hablar en público, sobre el curso de la investigación para detener al pedófilo madrileño. Perjudicaba el secreto de la investigación.
Es más, el ministro del Interior, Jorge Fernández, se vio sorprendido por la curiosa auto-invitación de su delegada en Madrid a la rueda de prensa donde se dio cuenta de la detención del pederasta. De hecho, los jefes políticos de la Policía así como los altos cargos de Interior, se quedaron en un discreto segundo término. El ministro se rodeó de los mandos policiales operativos... y de Cristina Cifuentes, que se coló en la foto.
Y todo este berenjenal dentro de la batalla por Madrid que se libra en el seno del PP, acerca de quien debe ser candidata a la comunidad y a la Alcaldía. La progresista Cifuentes (abortista y republicana) apuesta por ambos, aunque prefiera sustituir a Ana Botella. Y para su campaña repite a los periodistas que quieran oírle que cuenta con el apoyo de la vicepresidenta primera del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.
Lo malo es que Mariano Rajoy cada vez está más distanciado de Soraya Sáenz de Santamaría, y que tiene en mientes deshacerse de su segunda enviándola a luchar por la Alcaldía de Madrid.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com