- El subgobernador es el piloto de la desastrosa reforma bancaria y Rajoy pretende reconducirla.
- Elvira Rodríguez continúa siendo la principal candidata a gobernadora con el PP.
- Pero no se olviden de FG. El PSOE contraataca con una campaña contra los dos consejeros del PP.
- Y mientras, Luis de Guindos asume el reto de que el sector se salve a sí mismo sin que se produzcan quiebras
Hay algo en lo que todos, incluido Rubalcaba están de acuerdo sobre la reforma bancaria: y es que lo hecho hasta ahora es un desastre, especialmente la CAM, y que ha salido carísima al contribuyente. Además, existen ya varios grupos bancarios (CatalunyaCaixa, Novagalicia y Unnim), que ya son propiedad del Banco de España, por lo que será difícil evitar una sangría de dinero público en su reflotamiento.
Dicho en plaza: nadie quiere hacerse con ellos.De hecho, Mariano Rajoy sorprendió a sus dos primeros espadas económicos, Luis de Guindos y Cristóbal Montoro, con la negativa –ya veremos si aguanta- a más fusiones pagas con dinero público y al banco tóxico.
La solución iría –al menos eso es lo que transciende de las fuentes gubernamentales- porque que el sector se salve a sí mismo sin que se produzcan quiebras-cierres de entidades. Un reto tan difícil para el titular de Economía, Luis de Guindos, que muchos lo consideran imposible.
Ahora bien, el gobernador con carné del PSOE, del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez (MAFO) lo está poniendo más difícil. MAFO (En la imagen) defiende su método, incluido la onerosa subasta de la CAM, método que quisiera ver repetido.
El socialista MAFO sabe que no puede ser cesado por negligencia sino por condena en firme, vamos por meter la mano en la caja y, aunque es el primer gobernador no nombrado por consenso entre Gobierno y primer partido de la oposición, se dispone a resistir hasta que le venza el mandato, en junio. Además, en el Gobierno saben que forzar la dimisión de un gobernador no ofrece buena imagen ante el exterior.
Pero con un gobernador que sabotea la reforma bancaria del Gobierno no se puede seguir. Por eso, el Ejecutivo Rajoy, y en especial, aún más que Guindos, el titular de Hacienda, Cristóbal Montoro, intenta que, al menos, si no dimite el gobernador, lo haga el subgobernador, Javier Aríztegui, el piloto de la reforma bancaria y el hombre que controla el instrumento de esa reforma: el FROB.
El intento de cesar a Aríztegui coincide con el cabreo del Cuerpo de inspectores, quienes consideran que su labor supervisora se guía por criterios políticos y el comisario en jefe es, precisamente, Aríztegui.
Ahora bien, los socialista no quieren perder ese resorte de poder (el del Banco de España ni el de la CNMV) y están dispuestos a resistir. De hecho, exigen que, a cambio del cese del subgobernador, dimitieran los consejeros, al menos uno, del PP en la entidad, Ángel Luis López Roa y José María Marín Quemada. No tiene mucho sentido: más que nada por pedir.
Al final, en junio habrá cambio. El favorito para ocupar el puesto de gobernador es Elvira Rodríguez, que se quedó sin el Ministerio de Hacienda en el último momento, Pero no deben olvidar al presidente del BBVA, Francisco González, si cediera en la fusión entre BBVA y Bankia. Ocurre que, por el momento, no está dispuesto a ceder un ápice en tal cuestión y, además, ya se ha perpetuado en la Presidencia del BBVA, al menos hasta el 2020.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com