Hay dos tipos de ladrones de Iglesias: los que roban los objetos de oro -más bien dorados- del culto y los que roban al Santísimo. Los primeros son ladrones, los segundos son satánicos. ¿Qué valor material tiene la forma consagrada Ninguno.
Nuevo robo sacrílego en Garciotún (Toledo) y el párroco lo explica lo ocurrido mucho mejor de lo que pueda hacerlo yo. Imagínense que, como solicitan tantos católicos, la Iglesia debiera denunciar ante la policía estas profanaciones blasfemas. Pero las instituciones no creen que en ese trozo de pan esté Cristo.
Dos cuestiones:
1.- ¿Debemos reducir el número de eucaristías, el número de sagrarios o el número de exposiciones del Santísimo Ni hablar, eso es lo que quiere el inspirador de este movimiento. Al contrario: más eucaristías, mas sagrarios, más exposiciones... y el compromiso firme de los católicos en defender el plan consagrado.
2.- ¿Qué está ocurriendo Pues que la batalla final es batalla eucarística y se libra ante el Sagrario, la batalla definitiva entre el bien y el mal en esta etapa final de la historia: "pronto habrá tantos sacrilegios que no daréis abasto a defendedme. Se cerrarán iglesias al culto, por el temor a las profanaciones. O se celebrará la misa y no se reservará. Los sagrarios vacíos, hija mía".
Las profanaciones van en aumento, al menos en España, aunque la jerarquía eclesiástica considera que no hay que hablar demasiado del asunto. Sinceramente, no sé si se equivoca.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com