A pesar de su rentabilidad, mayor que la del Santander, el BBVA sigue siendo el banco-paella
Digamos que el espíritu de gestión de Emilio Botín es el conocido como la bicicleta: necesita pedalear constantemente (comprarse un banco) para seguir generando recursos, y eso, al parecer, le gusta al mercado.
Así que estamos en lo de siempre, el banco más rentable es el más opable, OPA que espera con ansia el gallego Manuel Jove, poseedor de un 5% del BBVA. No es de extrañar que el consejero delegado del BBVA, José Ignacio Goirigolzarri insista en que Jove no quiera entrar en el consejo ni participar en la gestión. Ni falta que le hace.
Para el mercado, el banco de FG sigue siendo el banco-paella, que podría valer más troceado, separando los elementos que lo componen. Y éste es el problema desde que Emilio Botín popularizó la alianza para el desguace, una nueva forma de capitalismo depredador, es decir, la operación ABN. En este sentido sorprende que Goiri afirme que la operación ABN no cambia la estrategia del grupo, precisamente del BBVA, el banco más deseado de toda la UE: banco global sin dueño, sin núcleo estable y con un presidente que sigue siendo un corredor de bolsa, más pendiente de la plusvalía que del negocio que nunca ha querido entender. Entidades como el británico HSBC o el norteamericano Citigroup son los más señalados para lanzar una OPA sobre BBVA.
Precisamente el Citi. No olvidemos que una de las ofertas que Rodrigo Rato tiene sobre la mesa es convertirse en director para la expansión europea del Citi. Rato, que colocó a FG en la cúspide del BBVA. Y mientras Botín compra Holanda, FG se va a China o a Texas y Alabama. Ojo, no habrá compras a corto plazo porque como dice Goiri ya tienen "carne en el plato".
Respecto a la morosidad, los 9 primeros meses del BBVA responden a la tónica habitual en el resto de la banca española. El BBVA ha pasado de mora del 0,82 al 0,88 en los últimos 12 meses. Prescindiendo de algunos analistas la mora empieza a ser preocupante a partir del 2%. Noticia de confianza, nacida, eso sí, de la especulación de los mercados financieros, sea con la titulización de hipotecas, o sea, con las apalancadas de compra de empresas.
Recientemente, el BBVA lanzó un jarro de agua fría sobre el Gobierno al rebajar el crecimiento de la economía española desde el 3,3 al 2,8%. Pues bien, Goiri mantiene ese pronóstico (la verdad es que lo del 3,3 ya no se lo cree nadie), pero advierte que con ese porcentaje aún se creará empleo en España, y el empleo constituye la variable clave del negocio bancario. No lo duden: cuando la gente cobra un salario, la gente paga sus créditos.