Una de las principales conclusiones del informe de red.es presentado en la mañana del miércoles 27 por el secretario de Estado de Telecomunicaciones, Francisco Ros, es la apertura de la brecha digital. Los hogares medianos se incorporan a más servicios digitales, pero los de menor penetración no presentan mejoras. También crecen los usuarios intensivos de internet y se incrementan los usuarios esporádicos reduciéndose los de uso frecuente. Más. Según el director general de red.es, Ramón Palacio, "de alguna forma los hogares con menor penetración de las TIC están subvencionando a aquellos hogares de mayor nivel de penetración". ¿La explicación? El coste unitario del servicio consumido es más barato en aquellos hogares que más consumen. ¿Se nota mucho que Palacio además de ser ingeniero de telecomunicaciones es militante activo del PSC de Sant Cugat del Vallés?

 

Ante estos datos, la pregunta es obligada: ¿Qué piensa hacer el Gobierno para frenar la apertura de esta brecha digital? El director general de red.es sale por la tangente y "matiza" que no se trata de categorías sociales, sino de nivel de penetración de la sociedad de la información. Respuesta insatisfactoria, así que Ros tuvo que agarrar la alcachofa en defensa del titular para posponer la decisión a septiembre, que es lo que hace casi todo el mundo en estas fechas: "Ya en septiembre nos vemos y hablamos con calma, lo iremos definiendo..."

 

Lo que resulta llamativo es que el principiante Palacio insista en la brecha digital para advertirnos de que debemos de enarbolar la bandera de ricos contra pobres para luego no saber qué contestar como Gobierno. O sea, que es más fácil estar en la oposición que gobernar. Y Palacio estaba hoy más que nervioso. Se le atascaban las diapositivas, se le trababa la legua y se le empapaba la chaqueta de sudor. Los nervios de toda presentación en público. Normal.