Era uno de los pocos sectores que no se estaban yendo a pique con la crisis. Al final, la comida es de lo último de lo que se recorta en la economía familiar. Sin embargo, los ingresos del sector de la alimentación cayeron un 3,4% en 2009, la primera caída en quince años.
El dato se explica en parte por el recorte del 1,3% en el volumen de ventas, pero también por un descenso del 1,8% de los precios industriales, que se convierte en un 1,6% en los de la distribución.
Al sector de la alimentación le quedará poco margen para absorber la subida del IVA prevista para el 1 de julio. Las grandes cadenas de distribución intentarán hacerlo, pero el resto tendrá que repercutirla en los precios.