La campaña socialista contra los presidentes de empresas privatizadas continúa. Tras conseguir la dimisión de Alfonso Cortina en Repsol YPF, ahora, como hemos informado, el objetivo es César Alierta. ¿Quién dirige la operación de acoso contra los presidentes de las privatizadas? Desde luego, no el vicepresidente económico Pedro Solbes, sino el director de la oficina económica de Moncloa, Miguel Sebastián, y el ministro de Industria, José Montilla, enlace entre Madrid y el Tripartito catalán, o lo que es lo mismo, entre Zapatero y Pascual Maragall.
Pues bien, todo es bueno para el convento y todo es bueno para doblarle el pulso a Alierta. Por ejemplo, soplarle al oído que nombre a un consejero delegado. A nadie se le oculta que uno de los consejeros más veteranos de la casa es Luis Lada, fundador de la telefonía móvil en España y hombre de cuya profesionalidad y capacidad nadie duda.
Sin embargo, en este punto, el Gobierno se topará con la negativa de La Caixa, principal accionista de Telefónica junto al BBVA. La entidad catalana considera que si hace un año salía Fernando Abril-Martorell de la Consejería Delegada no es lógico nombrar ahora a un sustituto.