La Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) presentó este miércoles los resultados de un ejercicio 2008 en el que ha conseguido incrementar su beneficio neto en un 1,2% con respecto a 2007 hasta los 390,4 millones de euros. El beneficio recurrente alcanzó los 421,9 millones de euros, un 9,39% más que en año anterior.
Una vez más, el punto negro se encuentra en la morosidad. Con una tasa del 3,96% la mora de la CAM se sitúa por encima de la media del sistema. Peor aún se presenta el actual ejercicio, para el que el presidente de la caja alicantina, Roberto López Abad, pronosticó una mora ligeramente por encima del 7%, aunque considera que las condiciones de liquidez de la entidad la hacen totalmente asumible.
Caja Mediterráneo lleva a gala eso de haber sido la primera caja de ahorros cotizada. En julio de 2008 emitió cuotas participativas que daban derechos económicos, pero no políticos y que alejaban a la caja de su propia esencia al tiempo que la aproximaban a los bancos. Las cuotas fueron un desastre desde el minuto 1. Salieron con un precio bajo, de 5,84 euros, y acabaron el año en 5,60 euros. La bajada acumulada fue del 4,11%, como para animar a otras cajas a hacer lo mismo, que es lo que le gustaría al Banco de España. López Abad, descarta emitir cuotas participativas este año.
La entidad ha anunciado también que a partir del 10 de febrero abonará un dividendo a cuenta de 0,0438 euros por cuota participativa, lo que supone una rentabilidad anualizada del 3,2%.