Los españoles hemos de ser cada vez más conscientes de la importancia que va adquiriendo nuestro idioma en el mundo. Y no sólo por el cada vez mayor número de hispanohablantes -unos 450 millones actualmente- sino por el valor económico que supone.
Según un estudio de la Fundación Telefónica -'El Valor Económico del Español: una empresa multinacional'-, es la unidad idiomática lo que hace del español una lengua de fácil aprendizaje y la única de las grandes lenguas internacionales que hoy –además– tiene un diccionario, una ortografía y una gramática comunes.
Según ese mismo estudio, el español le genera a España el 16% de valor económico del PIB y el "factor ñ" de los contenidos en español de las industrias culturales aporta el 3% del PIB de la economía española. Además, en el mundo la capacidad de compra de los 450 millones de hispanohablantes representa el 9% del PIB mundial y el dominio de nuestra lengua en Estados Unidos supone para el hablante un "premio salarial" de un 30%.
Compartir la lengua española supone un factor de multiplicación cercano al 190% para los intercambios comerciales de los países que la comparten, y en la comunidad panhispánica de naciones, incrementa de media un 300% el comercio bilateral entre ellos, más incluso que el inglés entre los países anglosajones. Este efecto es más intenso en las inversiones directas exteriores, en las que la lengua común alcanza incluso un coeficiente de multiplicación del 580% sobre los flujos bilaterales de inversión.
En el ámbito empresarial, afirma el estudio, "el español reduce los costes de transacción, los costes asociados a la fijación de las condiciones contractuales, porque transmite comprensión, confianza y reducción de la distancia psicológica entre los agentes de este gran condominio lingüístico de cerca de 450 millones de hablantes, que lo convierten en el tercer idioma más hablado del mundo con una mayoritaria presencia en América, donde reside algo más del 85% de los hispanohablantes (en concreto, el 59% de los hablantes del mundo hispánico se concentra en México, Colombia, España y Argentina)".
También destaca el informe la apertura e internacionalización empresarial de España y de los principales países de la América hispana –Chile, México, Argentina, Colombia y el Perú– y que ha adquirido un ritmo muy vigoroso y fuerte en los últimos 15 años. En Estados Unidos, por ejemplo, las empresas españolas del sector financiero, alimentario, textil, de la construcción, energético y tecnológico han realizado un enorme esfuerzo inversor en unos pocos años, debido a que sus matrices hablan español y a la consideración de nuestro idioma como lengua de negocios.
Se trata, por tanto, de una lengua favorecedora de los negocios cuyos hablantes aumentan en los Estados Unidos, donde reside el mayor contingente de hablantes nativos de español fuera del dominio hispánico, y que convierte a este país en el cuarto del mundo por número de hispanohablantes, detrás de México, Colombia y España, con cerca de 50 millones de personas –más del 16% de su población–.
"El español tiene ante sí el reto de una cuádruple proyección. Ante todo está la frontera de los Estados Unidos, donde el español ocupa ya el puesto de segunda lengua, con lo que esto supone debido a la referencia cultural que significa Estados Unidos en el mundo; en segundo lugar, Brasil, con el apoyo oficial concedido a la enseñanza del español en el "ensino medio" de su sistema educativo, además de su propuesta de cooficialidad; en tercer término, en Europa, donde el español consigue situarse como segunda lengua extranjera, y en cuarto lugar expansivo, Asia, a través del rápido incremento de la demanda de español en China", destaca el estudio de la Fundación Telefónica.
Y que luego vengan los Hugo Chávez, Evo Morales, Rafael Correa y Raúl Castro de turno a quejarse del legado de España en América tiene gracia...
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com