Ya lo decíamos en estas pantallas el pasado lunes 5 de enero. Zapatero es 'secretario general' del PSOE, pero no 'general secretario' al modo en que lo fue Paco Cascos en los primeros años de la Presidencia popular de Aznar. El partido está desmembrado y 'Bambi' ha perdido el control y el poder tras el abandono de toda sombra de autoridad moral.
Veamos. El PSOE afirma su fé en el principio de solidaridad entre territorios. Asegura, además, que con su propuesta de financiación autonómica ninguna comunidad perderá recursos en relación a la situación actual. Círculos cuadrados, porque "el cambi" provoca siempre ganadores y perdedores. No es suma cero, pero casi...
¿Y cuál es el nuevo modelo de financiación autonómica de Ferraz? El del PP es el actual. El del PSOE era una vaga referencia a "aportaciones en función de renta, inversiones en función de población". O sea, un brindis al sol. Pero, por fin sabemos que el modelo a largo plazo del socialismo federalista es el cupo vasco. Es decir, a todos café con leche de oveja vasca. El 'maragallismo' se suma así al modelo simétrico, frente a la tradicional propuesta asimétrica de convergentes. Pujol afirmaba que Cataluña no podía ser lo mismo que Murcia. Maragall asegura que Cataluña no puede tener menos autofinanciación que País Vasco o Navarra.
Lo que no soportan los socialistas en general y los catalanistas en particular es el agravio comparativo. Reconocen la particularidad vasca y navarra, pero, al mismo tiempo, aseguran que el artículo 138 de la Constitución señala que las diferencias autonómicas no implicarán privilegios económicos y sociales. Y la envidia -ese pecado capital, patrimonio común de todos los españoles- es el detonante de 'privilegios para todos'.
Aunque en realidad la 'solidaridad de los privilegios' se aplica prioritariamente sobre los cercanos. Es decir, sobre los connacionales. O sea, entre los catalanes. Porque ya saben "Cataluña es una nación, España no lo es" (Pujol dixit). Es el patrimonio cultural legado por el 'pujolismo'. Y así, es posible aplicar una 'pensión extra' exclusivamente para los jubilados catalanes. Eso sí, financiada con el déficit catalán del que responde subsidiariamente el Estado español...
Pero vayamos al círculo cuadrado. La propuesta 'maragalliana' -perdón, socialista- pretende la reforma del modelo de financiación sin afectar a la suficiencia financiera de ninguna comunidad autónoma (CCAA). Pero Maragall sabe que "esto no puede ser y además es imposible". Así que los técnicos de Hacienda llegan con las rebajas y afirman que el modelo propuesto por el PSOE mermaría los fondos de diez CCAA, algunas de ellas gobernadas por el PSOE. Los tres tenores se resisten a que les toquen la cartera. "No era lo pactado en Santillana del Mar", aseguran Bono, Ibarra y Chaves.
Las CCAA más beneficiadas serían las que presentan mayor desequilibrio fiscal, empezando por Madrid, cuyos ingresos se verían incrementados en un 13%. Una buena razón para que 'Espe' proponga una 'nueva generación de infraestructuras' financiadas por el Estado. A río revuelto, solidaridad interterritorial dañada.
Además de Madrid, Cataluña, Baleares, Murcia y Valencia verían incrementados sus recursos, mientras que el resto de CCAA se verían perjudicadas. Y es que como afirma Llamazares "no se puede hacer más con lo mismo". Una ley que conoce muy bien el 'profesor' Miguel Sebastián, que asegura que "no le gustan nada" algunas de las propuestas económicas del PSOE. Menos mal que fue fichado estelarmente como asesor para elaborar el programa económico socialista.
El enfado de Sebastián evidencia que Jordi Sevilla se ha impuesto en Ferraz sobre 'Miguel'. Por eso, la propuesta del tipo único sigue su curso. Un tipo único que según Sevilla, "no será un único tipo". Esto requiere una explicación de más de dos tardes. El primer esquema apunta a un tipo del 25% para rentas medias y un 35% para rentas altas, consideradas 'altas' a partir de 33.500 euros. De esta forma, se consigue básicamente que las rentas más bajas incrementen su financiación pública en 10 puntos porcentuales y que las rentas más altas la reduzcan en 5 puntos. ¿Socialismo?
La explicación del economista Sevilla del modelo de tipo único es evitar la 'optimización fiscal' que muchos profesionales realizan refugiándose en estructuras empresariales para reducir su tipo impositivo al 35%. Un sano objetivo que no logrará el fin deseado, porque Sevilla olvida que el ropaje empresarial permite además la deducción de muchos más gastos que los tolerados en el IRPF.
La propuesta de tipo único cuenta con la radicalidad oposición de Sebastián y de Josep Borrell, que "curiosamente" no concurrirá en las listas de Barcelona. El 'rodillo' de Ferraz se impone con tanta fuerza como el de Maragall. Y es un 'rodillo' tan personalista que el enlace electrónico de Cataluña en www.psoe.es nos conduce a www.maragall.org. O sea, construyendo partido. Algo parecido al caudillismo practicado en CiU, donde la foto del ex "molt endeudable" Jordi Pujol preside las aulas de las escuelas catalanas. Progresamos.