Primera actuación pública de la CEOE post-Cuevas

Se trata de la primera vez que la nueva CEOE levanta la voz. Durante el acto de investidura del nuevo presidente, Gerardo Díaz Ferrán, alertó sobre la ruptura de los consensos básicos de la Transición y sobre los riesgos para la unidad de mercado. Vaguedades que no quiso concretar. Como su apoyo incondicional a la Monarquía sin venir a cuento.

Pero aquello fue en el acto de investidura. Desde entonces no ha habido nada de nada. Hasta ahora que el vicepresidente de la CEOE y presidente de la CEIM, Arturo Fernández, ha insistido al gobierno en la necesidad de mantener las deducciones fiscales para el I D. Su petición se basa en un análisis comparado con las prácticas utilizadas en otros países. El resultado es bastante concluyente: los países de nuestro entorno que más invierten en I D son aquellos que gozan de incentivos fiscales para ello. Por el contrario, los países menos innovadores son los que cuentan con menores incentivos para el I D.

La conclusión es obvia: mantengamos los incentivos fiscales al I D, complementarios con las ayudas directas. Una obviedad que choca con la incoherencia de ‘vender' como gran proyecto económico la recuperación de la productividad y -al mismo tiempo- eliminar las deducciones fiscales al I D. ¡Qué inventen ellos!