Es decir, estamos ante la primera causa de muerte violenta en España. Ocurre que nos hemos acostumbrado a la barbarie pero aún así, los hechos son tercos. Por eso, el Ministerio de Sanidad intenta ocultar la salvajada retrasando las cifras. Siempre hace lo mismo: los abortos de 2013 nos los ofrece a finales de 2014. Pero los asesinados continúan creciendo aunque nos enteremos de su número con tanto retraso.
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