Tanto la patronal bancaria como las grandes entidades se quejan de tres lagunas. En efecto, la Circular de Recursos propios no regulará el impacto de tres cuestiones sobre el coeficiente de recursos propios: las titulizaciones, el más importante, las provisiones genéricas y las plusvalías de las participadas, especialmente la de aquella participaciones disponibles para la venta.
No es que el Banco de España pretenda publicar una circular vacía. Lo que alega es que no existe habilitación normativa, especialmente en el asunto más importante: el de las titulizaciones. No olvidemos que a medida que la banca española se ha ido haciendo más y más especulativas las antes cuasi inexistentes titulizaciones, especialmente la de créditos hipotecarios, se han convertido en algo habitual en nuestras entidades. Por ejemplo, Bankinter confiesa tener titulizado más de un tercio de su cartera de préstamos hipotecarios. Recordemos que el saldo de titulizaciones a 30 de abril en España se situaba en los 78.781 millones de euros.
La norma será efectiva a finales de la presente semana. Como mucho, a principios de la anterior. Lo sorprendente es que la falta de habilitación normativa, dicho de otra forma, el hecho de que deba ser el Ministerio de Economía quien legisle, no haya sido trasladado aún a la Direccion General del Tesoro y Política Financiera, dada la premura existente en adaptar a España las normas internacionales de contabilidad, sean NIC o Basilea II. El proceso de homologación contable en todo Occidente parece lento pero imparable, y sorprende que una circular de este tipo salga a la luz de una manera un tanto inocua.
Todo ello viene a ahondar en las diferencias que mantiene el Banco de España, que lidera Jaime Caruana, y la Vicepresidencia económica de Pedro Solbes. De nada ha servido que el tono le Gobernador en sus últimas comparecencias, especialmente la última, ante el Congreso, haya defendido que España tiene un presente económico, e incluso un futuro, alentador. Para los elementos más sectarios de la Vicepresidencia económica, entre ellos los dos secretarios de Estado, Fernández Ordóñez y David Vegara, está claro que bajo ninguna circunstancia Jaime Caruana debe mantenerse al frente de la autoridad monetaria. No olvidemos que el mandato del gobernador del Banco de España vence en junio de 2006.