Sr. Director:

En la campaña de matriculación de nuestros hijos en los colegios, observo que el tema de la religión en la escuela es un tema prioritario para muchas familias. No me sorprende porque es lógico que queramos que en la escuela se prolongue lo que en el hogar fomentamos y el asunto es de mucha importancia.

Es evidente que los padres queremos lo mejor para nuestros infantes, las mejores matemáticas, los mejores idiomas, las mejores ciencias sociales etc…, pero aquello con lo que todos los padres soñamos es que sean buenas personas, que sean felices, que sean ciudadanos honrados...  y además los creyentes lo que queremos es que vivan eternamente en el cielo.

Por eso necesitamos y queremos que nuestros pequeños compartan en la escuela esa escala de valores, de virtudes, la generosidad, la solidaridad, la sinceridad, el respeto.... y para todo eso es fundamental  la clase de religión y es fundamental que nuestros adolescentes tengan razones para creer, tengan elementos para actuar con claridad, tengan la posibilidad de conocer en profundidad y por eso demandamos también la religión en el Bachillerato como una materia de clase y con clase, es decir con la mayor exigencia posible.

No nos es indiferente, porque nada de nuestros hijos lo es cuando hablamos de su formación. Espero que los que se encargan de legislar lo tengan en cuenta,  porque desde luego los padres tenemos claro que no hay ley que nos pueda eximir de nuestros derechos ni de nuestros deberes.

Pilar Pérez Rodríguez

rodriperezpilar@gmail.com