El que fuera centro sanitario modelo para el PP se ha convertido en un susurro al que nadie quiere referirse

La Fundación Jiménez Díaz y su obra matriz, la Clínica de la Concepción, pasaba por ser uno de los hospitales más prestigiosos de Madrid, entidad privada sin ánimo de lucro que acogía tanto a pacientes privados como procedentes del Sistema Público de Salud. De hecho, fue uno de los modelos de medicina clínica y de investigación, de gestión privada, aunque sin ánimo de lucro, y, en resumen, de buena asistencia. Un modelo en el que, por ejemplo, se fijó el Partido Popular para desarrollar el binomio por el que apuesta: sanidad pública con gestión privada.

Pero eso era antes, justo hasta que se hicieron cargo de la gestión los directivos de IDC, posteriormente absorbidos por los suecos de CAPIO, cuyo CEO en España es Víctor Madera. A partir de ahí, la atención fue degenerando, por la constante reducción de costes y de personal, que ha llevado a la situación actual: colapso en los servicios de Urgencias, quejas de los usuarios –clientes- y aglomeraciones en todos los departamentos.

En el PP madrileño ha dejado de estar bien visto el modelo de gestión privadad de la Jiménez Díaz. Habrá que buscarse otro.