- La 'chispa de la vida' ha saltado con el cierre de la fábrica de Fuenlabrada (Madrid)
- La Comisión Nacional del Mercado y la Competencia debe velar por la competencia que es, precisamente, donde está el problema.
- La multinacional copa el mercado con sus marcas: Coca-Cola, Fanta, Nestea, Limon@Nada, Minute Maid, Aquarius, Nordic, Burn, Powerade, Sprite, Aquabona…
- Schweppes ya ha denunciado la situación de monopolio. Esta compañía, Pepsico y las marcas blancas son poca cosa.
De nada han servido las campañas para boicotear las ventas de Coca-Cola y frenar así el cierre de fábricas como la de Fuenlabrada, en Madrid. El guión para fusionar todas las fábricas que la multinacional en España lo había firmado Iberian Partners, la sociedad creada para ello, y se está cumpliendo a raja tabla. Las razones que alega Coca-Cola para el ERE que ha puesto en marcha como para los cierres de plantas están en las causas organizativas y productivas.
¿Es así realmente En parte sí y en parte no y conducen a preguntarse por qué no hace al algo la Comisión Nacional de Mercado y Competencia (CNMC). El gran regulador debe velar por la competencia precisamente y aquí es donde está el problema.
Veamos. En primer lugar no se entiende que una empresa con los beneficios que tiene Coca-Cola tenga que cerrar o despedir. Se supone que lo hacen las empresas en pérdidas para poder sobrevivir. La nueva legislación laboral, en ese sentido, se lo ha puesto bastante más fácil que antes.
Pero se entiende menos todavía, cuando estamos hablando de una multinacional que monopoliza prácticamente al 100% la comercialización de los refrescos en España, con la inapreciable competencia de Schweppes, Pepsico y las marcas blancas. En la marcas de Coca-Cola, aparte de la popular bebida en todas sus variantes, hasta la Zero, están Fanta, Nestea, Limon@Nada, Minute Maid, Aquarius, Mare Rosso, Nordic Mist, Burn energy drink, Powerade, Sprite, Aquabona, Tab. Ahí es nada.
Demasiadas marcas y escasa competencia. Schweppes, por cierto, ya lo ha denunciado varias veces esa la situación de monopolio de Coca-Cola. No parecen pocas razones, en suma, para que la CNMC entre a fondo e investigue si realmente se trata de un monopolio. Es difícil encontrar en cualquier comercio de barrio, si tienes sed, algo que no sea de Coca en sus múltiples variantes.
La 'chispa de la vida' ha saltado en Fuenlabrada, a pesar de la oposición sindical, en desacuerdo con este cierre o con los ERE de una empresa que está en beneficios, que gana mucho, y que, en el caso concreto de Fuenlabrada, ha realizado importantes inversiones en los últimos años.
Ahora bien, también es cierto -es el punto a favor de Coca-Cola- que si las empresas no mejoran su estructura de distribución empresarial pueden pasar de beneficios a pérdidas (cosa difícil con esta multinacional).
Mariano Tomás
mariano@hispanidad.com