Sr. Director:
Sé que recibiré algunas críticas a lo que deseo expresar sin ambages sobre "la boda del siglo". Quiero manifestar, libremente, lo que siento, sin apelar por ello al manido tópico del derecho a la libertad de expresión.
Pues bien, creo que algunos medios (no nombro a ninguno, pues están en la mente de todos) se están pasando tres o cuatro pueblos en el tratamiento informativo de la boda del Príncipe de Asturias y doña Letizia.
Me parece francamente excesivo, dedicar durante semanas y a diario, espacios importantes y amplios de radio y televisión, sin aludir a las innumerables revistas del corazón, para informar a la audiencia de detalles nimios y minuciosos, referidos, por ejemplo, a los pliegues del vestido de la novia, al ramo de flores, a la marca de zapatos que va a llevar, al peinado, etc., y mil otros detalles, que no son de interés general de la ciudadanía.
Se comprende la trascendencia del evento real , pero sin caer en desbordamientos de papanatas o sansirolés. Con todos mis respetos para los que opinan contrario.
Miguel Rivilla
miriv@arrakis.es