El presidente de la Conferencia Episcopal, Mons. Blázquez reiteró en la mañana de este miércoles el ofrecimiento de la Iglesia española en la contribución a la paz. Nos vienen teniendo. No le gusta hablar de mediación, porque le parece una palabra altisonante y muy fuerte.

No obstante, matiza que su participación está condicionada a que ETA deje de matar, deponga las armas, y que nadie se sienta amenazado. Hay muchas heridas porque han muerto muchas personas. En este sentido, señaló que existe una gran labor de sanación y curación de las heridas. A pesar de ello, instó a las víctimas a perdonar. Reconoce que socialmente no se puede imponer, pero recuerda que Jesucristo murió perdonando.

Por eso Mons. Blázquez, obispo también de Bilbao, afirma soñar con una sociedad que quiere librarse de esta losa. Soñamos con la paz entre comillas, porque no ha existido guerra. Esta es su posición. Mons. Blázquez recuerda que ya ha habido reacciones al alto el fuego permanente de ETA por parte de la secretaría de la Conferencia Episcopal y de los obispos vascos e informa de que el asunto no se encuentra en la agenda de la plenaria del próximo mes de junio.

En cuanto a su vinculación con el sacerdote redentorista Alec Reid, Mons. Blázquez reconoce que ha sido acogido en su diócesis y que duerme incluso en su misma casa. Su superior le ha dado permiso y realiza su trabajo con conocimiento de su general. No obstante, asegura que nunca le ha preguntado sobre los detalles de su trabajo nunca le he preguntado nada de un trabajo que realiza con discreción. No obstante, reconoce que le sorprendieron las declaraciones que realizó en el mismo Foro de la Nueva Economía el pasado 17 de abril. Nos llamaron incluso de su orden para preguntarnos si sabíamos algo de esas declaraciones. Unas declaraciones abiertamente probatasunas. Pueden consultar en hemeroteca la edición de pasado 17 de abril.