El beneficio contable de la banca española en 2009 será difícil que alcance los 20.000 millones de euros.

En sus tripas tiene más de 30.000 millones de euros en activos inmobiliarios adjudicados, porque los prestatarios no pudieron satisfacer sus deudas.

Su balance alberga más de 300.000 millones de euros en créditos a promotores de vivienda.

Están pasando la crisis de las pymes cerradas y los autónomos en ruinas, un segmento difícil porque no hay activos que embargar.

Y lo que quizás pinte más negro para los próximos meses: unos 850.000 millones de euros en créditos hipotecarios a particulares, cuya mora no está claro que vaya a remitir, sobre todo, si consideramos los éxitos innúmeros de Gobierno en la lucha contra el paro.

A eso deben añadirle que, hasta el momento, el Banco Central Europeo (BCE) ha regado de liquidez al sistema y este ha ido aguantando. Ahora bien la manguera no puede seguir chorreando de forma perpetua.

Por último, Basilea II va a endurecerse: más exigencias de recursos propios lo que, por cierto, se ha convertido en el único termómetro del negocio bancario, lo cual resulta un poco tonto. El negocio bancario no se mide por el coeficiente de recursos propios sino por su esencia: la capacidad para prestar y que te devuelvan el dinero. En definitiva, la clave no está en los recursos propios, sino en la morosidad. Es igual, en cualquier caso, la exigencia de recursos propios.

Dicho de otra forma, la crisis bancaria española llega con retraso pero vaya sí llega. Los bancos españoles son mejores que los norteamericanos, británicos, alemanes o franceses pero la economía española es más débil que la de los precitados países y, sobre todo, la política económica del Gobierno español ha sido un desastre absolutamente incomparable, que parece la obra de necios empecinados en el error y orgullosos del caos que crean.

Por tanto, la crisis financiera provocó la crisis en la economía real. Ahora, la economía real no tiene para pagarle su deuda bancaria y alimentará una nueva crisis financiera.

Sí, la crisis de la banca española, que es mejor que la europea y americana, toca en 2010.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com